Existe evidencia de
que las alteraciones génicas en enfermedades complejas como el cáncer y la
esquizofrenia son a causa de ciertas anomalías epigenéticas. Esto sucede cuando
las islas CpG, responsables de la metilación de ciertos genes, hipermetilan. Silenciando
así, los genes supresores de tumores y favoreciendo la neoplasia (García-Robles
et al., 2012). Esto ha dado la pauta para que muchas más enfermedades empiecen
a ser investigadas desde este ámbito y no genéticamente. Ya que gracias a esta
metilación es más preciso y sencillo identificar el comportamiento de los genes
ayudando al diagnóstico clínico de la enfermedad. Este diagnóstico clínico se
basa en usar estos patrones epigenéticos como biomarcadores para detectar
anomalías características del cáncer y, limitadamente crear terapias
específicas dirigidas a los epimutágenos detectados causantes del silenciamiento
de los genes anteriormente mencionados (Valdespino-Gómez et al., 2012).
Otra manera de
diagnosticar una enfermedad usando la Epigenética radica en el conocimiento de
las enzimas encargadas de la metilación de los genes. Esta forma de diagnóstico
a mostrado ser más eficaz y específica que el hecho de delimitar que genes
metilan y en qué cantidad lo hacen. Ya que se ha encontrado que las enzimas
DNA-metiltransferasa y la histona-deacetilasa son muy efectivas en el
diagnóstico del cáncer y teniendo un conocimiento aún mas específico acerca de
ellas ayudaría a la supresión de tumores cancerígenos. Todo esto se puede
lograr gracias a que conociendo estas enzimas es más fácil clasificar los
tumores en diferentes categorías según el tamaño, el estadio en el que se
encuentre el cáncer y el tipo de células que lo conforman para así, atacar las
enzimas e inhibir la proliferación del tumor suprimiendo la metilación responsable
del tumor (Geutjes et al., 2012). Esto quiere decir que al tener identificado
un tumor con todas sus características, es más sencillo determinar que enzima es
la responsable de este proceso epigenético para poder atacarla y así, suprimir
el tumor.
El uso y las
aplicaciones de la Epigenética están avanzando más allá del diagnóstico de la
enfermedad, siendo ahora útiles en la prevención de la quimioterapia a base de
medicinas y tratamientos alternativos. Aunque, por la novedad del tema, este
tipo de investigaciones sigan en faces pre-clínicas, no deja de dar de que
hablar y ayudar al ámbito clínico a tratar de una manera menos invasiva a los
pacientes. Estos experimentos se basan en modular los biomarcadores
epigenéticos y genéticos conocidos para inducir un tratamiento alternativo.
Este tratamiento consistió en una dieta enriquecida con un bajo porcentaje de
Selenio y extracto de té verde. Cuando se analizaron las pruebas se identificó
una disminución notable en la metilación de la enzima DNA-metiltransferasa y
restauración en el m-RNA, que se encarga de traducir las células (Hu et al., 2013).
Las aplicaciones en la
detección de enfermedades relacionadas con la psique, son una nueva alternativa
que en un futuro a mediano plazo podría reemplazar los actuales tratamientos
psiquiátricos y obtener un diagnóstico definido del problema que se esté
tratando. Esto se debe a que se ha descubierto que los mecanismos epigenéticos
están involucrados la actividad sináptica basal, haciendo posible la detección
de enfermedades como la migraña. Ya que la Epigenética es responsable de
programar las células para responder a factores ambientales externos e
internos, podría explicar cómo factores como las hormonas sexuales o de estrés
y la inflamación disparan en el cerebro la metilación que modula la frecuencia
con la que los ataques de migraña aparecen. Este nuevo conocimiento podría ser
utilizado para atacar los mecanismos epigenéticos específicos de esta
enfermedad para dar un tratamiento y una posible cura (Eising et al., 2013).
Por otro lado, Szyf y
Meaney, científicos de la universidad de McGill California, Descubrieron que
los patrones externos traumáticos metilan los genes del hipocampo del cerebro
haciendo que estos sean hereditarios y causantes del estrés, la depresión y
conductas sociales no aceptadas. Dando así una perspectiva de un tratamiento
real para estas enfermedades que actualmente se tratan generalmente con terapia
psicológica o psiquiátrica. Este tratamiento se basaría en tratar de reducir la
metilación de los genes para así, erradicar el mapa hereditario causado por los
eventos traumáticos, es decir, resetear el cerebro por completo.
Sin embargo, como toda
ciencia relacionada a la salud, tiene ciertas limitantes que impiden el
desarrollo de esta rama. Y estas limitaciones son especialmente la falta de
investigaciones en el tema, provocando una falta de especificidad en los
laboratorios dedicados a la Epigenética, es decir, delimitar la línea de
investigación sobre la que se trabajará y qué enfermedad se seguirá. Como
consecuencia, aún no se han desarrollado medicamentos reales basados en
factores epigenéticos para el tratamiento de cáncer o desordenes psicológicos
ni se ha obtenido el conocimiento suficiente para empezar tratamientos a partir
de las enzimas involucradas en la metilación además de las ya mencionadas.
(Rius et al., 2012)
Esto deja una gran
avenida en la investigaciones de patrones epigenéticos específicos para
encontrar medicamentos eficaces que actúen sobre la metilación de los genes o
en la formación de las histonas que envuelven las cromatinas y en la mejora de
los métodos diagnósticos que actualmente se usan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario